Esto es un llamado para todo discípulo misionero de Jesús, pero de una manera especial para la vida consagrada, hay hombres y mujeres que han decido seguir a Jesús a través de la profesión de los consejos evangélicos mediante votos u otros vínculos sagrados y ayudan a la edificación del Reino de Dios por todo el mundo. Pensemos en la presencia que hacen religiosas y religiosos, monjas y monjes, miembros de institutos seculares y sociedades de vida apostólica, que dedican su vida a pensar y vivir como Jesús: en los hospitales, en las escuelas, en los orfanatorios, en los asilos, en lugares de misión, en las distintas parroquias de nuestras diócesis.
Hoy es importante valorar toda la riqueza que aportan en la Iglesia y en el mundo, y también hacer un llamado a los jóvenes para que consideren el llamado a consagrar su vida en favor de los demás. Ya el Santo Padre Francisco dio este mensaje a los jóvenes: “¡Apuesten por los grandes ideales, por las cosas grandes, nosotros los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para las cosas pequeñas, vayan siempre más allá, hacia las cosas grandes, jóvenes, juéguense la vida por grandes ideales!” [ii]
Pido a Dios les llene de abundantes bendiciones espirituales y materiales y les aseguro en Cristo Misionero, mi oración, amistad y bendición.
+ Oscar Roberto Domínguez Couttolenc. M.G.
Obispo de Ecatepec
[i] Carta apostólica del Santo Padre Francisco a todos los consagrados con ocasión del año de la vida consagrada No 2, 21 noviembre 2014.
[ii] Homilía Papa Francisco 28 de abril de 2013.
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