Me hablaba a mí, Sacerdote católico… Muchas veces, al realizar procesiones con la comunidad parroquial y llevar en mis manos la custodia y en ella la forma Consagrada, me permití ver la forma en pan y a través del cristal a la comunidad que caminaba, que rezaba, que manifestaba su fe. No es lo mío presumir una mística que apenas rasguño. Solo quisiera compartir que mirar simultáneamente a Jesús y a su Pueblo, del que soy parte, me conmueve y me mueve a pensar y sentir diferente. Propongo mirar a la Iglesia de Dios en este nuestro Pueblo Mexicano como lo que es; Cuerpo de Cristo. Respeto mucho a los que no creen o creen diferente de mi huella católica, pero me atrevo a mirar a Jesús, que es su Cuerpo y que somos Iglesia. Me ayuda a esto el texto de Pablo cuando hace el símil del cuerpo para hablar del Cuerpo la Iglesia: 1Cor 12, 22-27
“La verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a éstas las vestimos con más honra; de manera que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso, ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Mas así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él.
Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él”.
Contemplo a mi Pueblo, del que soy parte, desde mi fe en Jesús Eucaristía. Un Pueblo crucificado por la ambición, la indiferencia, la cobardía, la crueldad; un Pueblo lleno de miedo y desconfianza; nuestra tragedia nacional que nos conecta con todas las tragedias en el Mundo en los miles de asesinados y desaparecidos la sufrimos de manera total.
¿Qué vemos en este nuestro Pueblo? Los signos de muerte y destrucción irracional son elocuentes. ¿Podremos atrevernos a contemplar a Jesús que opera dentro de él con signos de su Reino? ¿Podremos creer que todo gesto de resistencia y dignidad es Jesús que opera en su Cuerpo? ¿Tendremos la capacidad de secundar la resistencia, la organización, la protesta, la creatividad de nuestro Pueblo para reconstruirse a sí mismo? ¿Podremos?
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